Hasta hace bien poco, fabricar un disco duro era algo que quedaba relegado solo a nivel empresarial y no particular, pero desde la aparición de los discos SSD las cosas han cambiado mucho y recuperar datos del disco duro será mucho más fácil, sobre todo si lo hemos hecho nosotros.
Si sois un poco manitas en esto de la electrónica y no queréis pagar lo que cuesta un disco duro SSD, siempre podéis hacer uso de vuestras tarjetas microSD para crearos vuestro propio disco SSD sin necesidad de gastar demasiado dinero.
Actualmente en el mercado existen diferentes kits que nos permiten integrar hasta un total de 4 tarjetas microSD, siendo 32GB la capacidad máxima de cada una, por lo que podremos tener un SSD de unos 128GB, lo que no está nada mal.
El precio medio de esta clase de kits Do It Yourself ronda los 65 euros aproximadamente y destaca por usar RAID 0, lo que aumenta al máximo la seguridad de todos los datos que almacenemos en este disco duro casero.
Su montaje es tremendamente fácil dado que la gran mayoría de kits vienen ensamblados, es decir, tan solo tendremos que introducir las tarjetas de memoria en su slot correspondiente y conectar el USB al ordenador, quien reconocerá rápidamente ese nuevo dispositivo como un disco duro externo.
Obviamente, esta clase de discos duros no son como los que encontramos manufacturados por cualquiera de las grandes marcas del mercado y en absoluto es recomendable usarlo como disco de sistema, pero sí que funciona a la maravilla como disco externo para guardar datos de una manera rápida y sencilla.
Todo esto por mucho menos dinero del que nos cuesta un SSD y con la satisfacción de que es algo que “hemos hecho” nosotros, aunque hay kits que son más complejos y requieren soldadura, conocimiento de integrados, etc.
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